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Campamento de verano para jóvenes discapacitados en el antiguo Castillo de Magione, Italia

Campamento de verano para jóvenes discapacitados en el antiguo Castillo de Magione, Italia
30/08/2013

El complejo medieval retoma su función de acogida

Viéndolos sumidos en las actividades deportivas y recreativas al aire libre, se hace difícil distinguir al discapacitado del voluntario. En el fondo, éste es el espíritu del campamento de verano para jóvenes discapacitados en el Castillo de Magione, en Italia, la sugerente residencia medieval propiedad de la Orden de Malta, que el Gran Maestre ha querido ceder para esta importante iniciativa. Así, en 2013 este antiguo complejo que se remonta a 1150 retoma su función original, dar hospitalidad. Refugiado en el corazón de Italia, en los campos de Umbría a pocos kilómetros de Perugia, el Castillo nació como albergue para los peregrinos en su camino de ida o de regreso de Tierra Santa, o para los que recorrían la Vía Francígena hacia Santiago de Compostela.

Tras el éxito del campamento del año pasado en Tarquinia, los tres Grandes Prioratos italianos, con la participación de los voluntarios del Cuerpo de Ayuda Italiano de la Orden de Malta, decidieron repetir esta hermosa experiencia, dedicando el campamento de verano de 2013 a “Custodia con ternura”. Una evocación a las palabras del Papa Francisco que, con ocasión de la misa de inicio de su pontificado el pasado 19 de marzo, animó a los fieles a “custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles”.
He ahí el sentido del campamento de verano, en el que han participado más de 90 personas entre discapacitados y voluntarios. Desde el cocinero al responsable de la limpieza de baños y habitaciones, los voluntarios han tenido ocupaciones diversas, con un total de dos voluntarios por cada discapacitado, para garantizar un máximo de atención y para permitir a quién participaba por primera vez aprender de compañeros más expertos.

El número de voluntarios se ha multiplicado por dos respecto al del año pasado. Porque quién ha pasado por una experiencia análoga no quiere perder la ocasión de volver a ser útil y de hacer sonreír a un joven discapacitado, como cuenta Federica, la voluntaria más joven del grupo, con los 18 años aún por cumplir: “Empecé casi por casualidad. Acompañaba a un amigo y al final me impliqué tanto que quise repetir la experiencia todos los años, incluso en campamentos internacionales los dos últimos”, los campamentos de Hungría e Irlanda.

Este año, la situación estratégica del campamento permite al numeroso grupo hacer excursiones al corazón de la cultura, de la fe y de la naturaleza. En el programa de la semana figura una visita a Assisi, con un alto en la Basílica de Santa María de los Ángeles, donde se encuentra custodiada una copia del icono de Nuestra Señora de Filermo, protectora de la Soberana Orden de Malta, así como un paseo por el Lago de Trasimeno. Y naturalmente juegos, cine y discoteca, todos juntos.