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Ébola: “debemos unir fuerzas y actuar unidos – ¡ahora es el momento!

Ébola: “debemos unir fuerzas y actuar unidos – ¡ahora es el momento!
30/10/2014

Entrevista con la doctora Marie Benner, experta en salud pública.

Hasta hoy, la epidemia actual de ébola ha causado 5.000 muertes, y el número de nuevos infectados sigue aumentando. ¿Por qué es tan difícil detener a este virus?

Por el momento, no existe vacuna contra el virus Ébola (al menos ninguna aprobada para su distribución). Todo lo que podemos hacer es tratar los síntomas. Ésta es la razón por la cual la epidemia está avanzando a una velocidad que nadie preveía. Actualmente fallecen la mitad de las personas que se infectan. Sin embargo, si las pruebas de vacunas experimentales arrojan buenos resultados, la OMS afirma que se podría enviar un primer lote a África occidental en enero.

Esta epidemia afecta principalmente a los países de África occidental Liberia, Guinea y Sierra Leona. ¿Qué impacto ha tenido el ébola en los sistemas sociales en estos países?

El ébola ha venido a golpear a una región que ya padecía una extrema pobreza y los efectos de un largo conflicto armado. Ahora la economía y los servicios sociales de estos países se están hundiendo. Los cultivos se abandonan, porque muchos agricultores enferman; las escuelas cierran porque los profesores no pueden dar clase; la estructura familiar se desintegra. El virus ha provocado pánico en la población, que vive sacudida por la muerte de familiares y amigos. Las fronteras de las regiones afectadas han sido cerradas, por lo que el comercio se ha detenido y el precio de los alimentos aumenta. Las agencias de Naciones Unidas, como el Programa Mundial de Alimentos, han avisado de que la epidemia amenazará la existencia de la población en el área afectada a largo plazo. Las agencias ya no pueden gestionar individualmente la escala masiva de esta epidemia. Por ello pedimos que las organizaciones de ayuda pongan en común su experiencia y todos los recursos disponibles, y se unan ante el ébola. Es un enorme desafío para la comunidad internacional.

Incluso en los hospitales de países desarrollados se están contagiando enfermeros, a pesar de las estrictas medidas de seguridad. ¿Cómo es posible?

El virus Ébola se transmite por contacto directo con la sangre o los fluidos corporales, como el sudor, la saliva, las heces o la orina. El más pequeño error a la hora de retirar el equipo de protección, por ejemplo, supone un alto riesgo de infección. Después de un contacto con un paciente de ébola, el virus que se encuentra en la superficie del equipo de protección del enfermero puede pasar directamente a la sangre a través de una pequeña herida, o entrar por las mucosas por tocarse inconscientemente la nariz, los ojos o la boca.

En las regiones de África occidental afectadas, el personal sanitario trabaja en un clima muy diferente y con trajes de protección mucho más sencillos. ¿Cuáles son los retos particulares de este personal de primera intervención, sobre el terreno? ¿Cuáles son sus mayores carencias?

Antes que nada, quisiera expresar mi gran admiración por estos trabajadores. Desempeñan su labor en condiciones muy difíciles, en un clima tropical con altas temperaturas y elevada humedad. Es casi imposible estar más de una o dos horas con ese traje puesto. Después está la enorme presión psicológica: el miedo a contagiarse, el miedo a cometer un error – por ejemplo, al quitarse el equipo de protección. ¡Deberían recibir un premio por su labor!
No debemos olvidar que el sistema de salud en estos países es por lo general deficiente, con infraestructuras escasas y envejecidas. Incluso en situación normal, casi nunca se cubren las necesidades sanitarias básicas. Estas deficiencias resultan ahora, en esta situación, evidentes: el personal sanitario carece de los equipos de protección adecuados y de la formación necesaria para trabajar con pacientes de ébola. Una formación que incluyese, por ejemplo, cómo ponerse y quitarse adecuadamente los trajes de protección, que no es tarea fácil.

La OMS anuncia que habrá una vacuna contra el virus Ébola, como pronto, en enero de 2015. ¿Qué estrategia permitiría acabar eficazmente con la epidemia?

Como para la mayoría de las enfermedades infecciosas, lo esencial para controlar esta epidemia es diagnosticar y tratar de manera temprana; en el caso del ébola, también aislar a los pacientes. Además, todas las personas que hayan estado en contacto con pacientes de ébola deben ser localizados, sometidos a análisis y, en su caso, aislados para evitar el contagio de otras personas. La estrategia del diagnóstico, tratamiento y aislamiento precoz ha resultado eficaz en anteriores epidemias de ébola, y, en el caso de Guinea, tuvo como consecuencia que las muertes se redujeran del 90 al 40%.

¿Cuáles son, en su opinión, las medidas más urgentes que se deberían tomar?

En primer lugar, se debe dotar al personal sanitario de los equipos de protección necesarios, y darle una formación adecuada. Además, es esencial ofrecerles todo el apoyo moral y psicológico que necesiten. También se necesitan urgentemente más centros de tratamiento de pacientes con ébola, así como más laboratorios y personal especializado en diagnóstico y tratamiento precoz. Esperamos que las pruebas de diagnóstico rápido, que se están desarrollando, estén pronto disponibles. Es importante que las instalaciones de agua potable y la red de saneamiento estén en buen estado, y que haya una buena organización logística. A largo plazo, los países afectados necesitarán también ayuda para restablecer un buen sistema de salud y de atención primaria.

El ébola no sólo ha tenido repercusiones en los sistemas de salud de los países afectados, sino también implicaciones sociales de gran alcance. ¿Qué medidas de acompañamiento se hacen necesarias?

Efectivamente. La epidemia tiene consecuencias de calado para la economía, la seguridad y la estabilidad de los países afectados. Por ello, debemos asegurarnos de que la población dispone de suficientes alimentos: a pesar de que estamos en periodo de cosecha, en muchos lugares no hay nadie que pueda cosechar. Los agricultores necesitan ayuda para planificar la próxima temporada de siembra, de marzo a mayo. A medio y largo plazo, se necesitará más ayuda alimentaria.

El ébola es omnipresente en los medios de comunicación de todo el mundo. Desde los contagios de Dallas y Madrid, el virus parece haber llegado a nuestras puertas, y el miedo a una posible infección ha aumentado en Occidente. ¿Por qué el volumen de donativos es tan bajo?

Sospecho que, por un lado, es porque actualmente hay demasiadas crisis al mismo tiempo en el mundo. Por otro lado, mucha gente espera probablemente que sean las autoridades sanitarias de los países afectados quienes controlen la epidemia por sí solos. Pero debemos ser realistas, a pesar de todo, y evitar alarmismos. La mayoría de los casos están en África occidental, ¡y es ahí donde se necesita desesperadamente nuestra ayuda!

¿Qué hace Malteser-International-es para luchar contra el ébola?

Ya que aún no tenemos estructuras ni personal propio en las regiones afectadas, canalizamos nuestra ayuda a través de la red internacional de la Orden de Malta, por ejemplo a través de nuestro socio Ordre de Malte France, que lleva años trabajando en Guinea y Liberia. Además, como miembros de la coalición Ayuda en Acción Alemania, planificamos una acción conjunta contra el ébola con otras organizaciones miembro. Una organización por sí sola no puede hacer mucho en este caso, debido a la complejidad de la crisis. Con nuestra experiencia en temas de salud, podríamos prestar nuestro apoyo para montar un laboratorio, realizar pruebas de diagnóstico rápido o campañas de vacunación en las regiones afectadas, además de ayudar en medidas preventivas como formación y distribución de equipos de protección para los trabajadores sanitarios locales. Pero nada más que para montar un laboratorio, necesitaríamos cerca de medio millón de dólares; y un único traje de protección cuesta en torno a 80 USD. Para atender a un solo paciente de ébola, un enfermero necesita 12 trajes de protección al día.

¿A qué retos particulares se enfrentan las organizaciones de ayuda? ¿Qué soluciones se podrían proponer?

Todas las partes implicadas deben mirar más allá de su entorno inmediato, unir fuerzas y actuar unidos, ¡ahora mismo! Tenemos poco tiempo, porque si no se toman inmediatamente medidas globales el número de casos de ébola podría aumentar de los 9.000 actuales a cientos de miles a finales de 2015, incluso 1,4 millones en el peor de los casos, según el Centro de control y prevención de enfermedades de Atlanta. Esto debería ser razón suficiente, para los responsables, para evitar una catástrofe aún mayor. Y para ello, las organizaciones necesitan fondos y personal. En un centro de tratamiento de ébola de 100 camas, se necesitan entre 200 y 250 empleados. Es señal de lo intensa y exigente que puede ser esta labor.

¿Cómo prepara Malteser-International-es a sus propios trabajadores?

Malteser-International-es no tiene actualmente trabajadores propios en los países de África occidental afectados. Sin embargo, antes de desplegarse, nuestros trabajadores deben seguir un programa de formación específico. En otros países africanos como la RDC, donde Malteser-International-es trabaja desde hace años, y donde ha habido casos de ébola en el pasado, hemos puesto en marcha medidas de protección y cursos de formación para nuestro personal.

Tenemos poco tiempo y quiero ayudar. ¿Qué se puede hacer, individualmente, para ayudar a parar la epidemia?

Pedimos a todo el que pueda ayudar – personas, empresas, parroquias, escuelas – que ayuden a la población de África occidental con un donativo.

(Entrevista: Petra Ipp-Zavazal/Joice Biazoto, octubre de 2014, fotografía: Frank Lütke)