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Luca Rovati: la emergencia por coronavirus me ha enseñado que el corazón de los hombres es inmenso

Hospitalario de la Asociación italiana y asesor del cuerpo italiano de ayuda de la Orden de Malta, Luca Rovati está, desde hace un mes, en primera línea de la lucha contra el coronavirus.
Luca Rovati: la emergencia por coronavirus me ha enseñado que el corazón de los hombres es inmenso
29/03/2020

Señor Rovati, las labores de preparación de un nuevo hospital en el recinto ferial de Milán siguen adelante rápidamente a pesar de las dificultades. ¿Cuándo podrá acoger a los primeros enfermos de coronavirus?
Espero que los dos primeros servicios, con 30 camas de capacidad, puedan abrir el sábado 1 de abril. Después, cada dos o tres días abrirá un nuevo servicio. Será una de las mayores instalaciones de cuidados intensivos en Europa, con un total de 200/250 camas. Acogerán a los pacientes enfermos de coronavirus más graves, que los hospitales de Lombardía tienen dificultades para acoger ya desde hace días.

¿Cuál es el papel del cuerpo italiano de ayuda?

Además de haber propuesto a la región de Lombardía que el proyecto de construcción del hospital se confiase a Guido Bertolaso, exjefe de la Protección Civil italiana, desde su llegada a Milán el cuerpo italiano de ayuda de la Orden de Malta (CISOM) le ha prestado toda su ayuda y ha colaborado ofreciéndole todo el apoyo posible. Basta decir que el centro operativo para la construcción del nuevo hospital es la sede del cuerpo en Milán. En el interior del recinto ferial de Milán, nuestros voluntarios trabajan 24 horas al día, junto a los trabajadores de la región y los del propio recinto. Además, buena parte de los materiales para levantar el hospital, por un valor de aproximadamente 4,5 millones de euros a día de hoy, han sido gestionados por el cuerpo italiano de ayuda.

Ha sido esencial conseguir 260 respiradores artificiales.

Sí que lo ha sido, pero también ha sido extremadamente complicado. Ha sido esencial porque sin estos aparatos no se puede ofrecer un servicio de cuidados intensivos o de atención intermedia.
Y también complicado porque todo el mundo está comprando este tipo de equipos. Encontrarlos, adquirirlos al precio justo (en la actualidad se llega a pedir por un respirador hasta 3 ó 5 veces su valor), pero también encontrar una manera de transportarlos desde China hasta Milán, con el bloqueo del transporte aéreo: no ha sido tarea fácil.

También está esta idea de pedir la intervención de los médicos albaneses. ¿Cómo fue?

Hace dos semanas nos llamó un amigo emprendedor albanés, para preguntar en qué podía ayudarnos. Inmediatamente le contesté: médicos y enfermeros. Confieso que no tenía muchas esperanzas. También Albania tiene que prepararse para la posible difusión del contagio. En cambio, gracias a la participación de las máximas autoridades albanesas, como el primer ministro y el ministro de Sanidad, y gracias a la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano, hoy han llegado a Bérgamo 30 médicos y enfermeros albaneses. Serán una ayuda inestimable para asistir a los médicos italianos en la provincia italiana más golpeada por la propagación del virus. Quisiera dar las gracias también a Stefano Palumbo, embajador de la Orden de Malta en Albania: su intervención para facilitar esta operación ha sido fundamental.

¿Cuáles son las próximas etapas?

El presidente del cuerpo italiano de ayuda de la Orden de Malta, Gerardo Solaro del Borgo, trabaja ya con la región de Las Marcas para montar un hospital en el recinto ferial de Civitanova Marche, siguiendo el modelo del de Milán. La campaña de recogida de fondos ya está en marcha, y se canaliza a la cuenta corriente del CISOM. Entretanto, nuestros voluntarios están haciendo un trabajo extraordinario en toda Italia llevando asistencia, alimentos y fármacos a las personas mayores aisladas o con dificultades. Sin olvidar la inestimable labor de nuestros psicólogos. Piensen en lo importante que es ofrecer un apoyo a los médicos, enfermeros y voluntarios que luchan en primera línea contra esta terrible situación. A todos ellos, quisiera transmitirles mi admiración y mi agradecimiento.

Entre los próximos pasos está también el montaje de puestos de cuidados intensivos en el Hospital de la Orden de Malta en Roma.

Hemos reconvertido en tiempo récord la mitad de nuestro hospital de Roma, San Juan Bautista, para poder atender a los enfermos de coronavirus. El resto del hospital sigue funcionando con normalidad, aunque con todas las precauciones necesarias en este caso. En esta primera fase podemos atender a los pacientes nuestros que presenten síntomas de la enfermedad. En la fase siguiente, con la autorización de la región de Lacio, podremos también atender a enfermos procedentes de los otros hospitales, además de los que pudieran necesitar cuidados intensivos.

¿Qué ha aprendido de esta experiencia?

Ningún país del mundo estaba preparado para enfrentarse a una crisis de estas proporciones. En mi opinión, cuando todo esto haya terminado, deberemos reflexionar sobre qué podemos hacer para estar mejor preparados para hacer frente a tragedias como esta. Por ejemplo, no nos podemos permitir no disponer o no conseguir fabricar en cantidad suficiente un objeto básico como las mascarillas. Dicho esto, me ha emocionado profundamente la generosidad y el corazón de las personas. Son muchísimos los que arriesgan sus vidas por atender a los demás. Esto es una gran señal de esperanza.