Ha transcurrido un mes desde la noche trágica del 24 de agosto, cuando un seísmo de 6 grados de magnitud golpeó el centro de Italia. Desde entonces, la tierra no ha dejado de temblar. El último temblor, de 3,8 grados de magnitud, se ha percibido ayer noche entre Norcia, Accumoli y Arquata del Tronto. Los equipos del cuerpo italiano de ayuda de la Orden de Malta, que llegaron al alba del 25 de agosto para hacer frente a la emergencia, siguen presentes respondiendo a las necesidades de la población local.
«A petición de las autoridades de Amatrice», explica Mauro Casinghini, director nacional del cuerpo italiano de ayuda de la Orden de Malta, «estamos desplegando un proyecto de seguimiento de las necesidades de la población de Amatrice y los 68 municipios dañados por el seísmo. Equipos de psicólogos y profesionales sanitarios visitan los lugares afectados para analizar la situación y evaluar las principales necesidades». Se trata de una actividad esencial en esta fase post-emergencia, cuando la atención mediática disminuye pero las dificultades de quién ha perdido todo aumentan, también con la llegada del invierno.
«Igualmente seguimos dando apoyo al centro operativo municipal de Amatrice», continúa Mauro Casinghini, «donde nuestros abogados voluntarios ofrecen asistencia legal para, por ejemplo, analizar las diferentes posibilidades de encontrar alojamiento, como el préstamo o el alquiler de una vivienda.
La unidad operativa de voluntarios de la Orden de Malta sigue trabajando en el polideportivo de Amatrice, transformado en centro de almacenamiento de productos de primera necesidad, pero también en centro de salud, enfermería y refugio. El cuerpo italiano ha distribuido aquí aproximadamente 300 kilos de alimentos y productos de higiene personal, y ha ofrecido asistencia psicológica a decenas de familias. En los 68 municipios de alrededor, aproximadamente 370 personas han recibido ayuda de los equipos de voluntarios.
La labor de la Orden de Malta no terminará con el inicio de las operaciones de desmontaje de las tiendas, previsto para hoy. «En línea con nuestra misión, seguiremos asistiendo a la población local también en la fase de post-emergencia, intentando devolver la fe a la comunidad y reactivar el valor histórico y cultural de esta zona de Italia, cargada de tradiciones y de bellezas históricas», ha afirmado Mauro Casinghini.