Ayer por la tarde se ha producido, en los jardines de la Villa Magistral de Roma, un breve pero intenso encuentro entre el Lugarteniente ad interim, Frey Ruy Gonçalo do Valle Peixoto de Villas Boas, y una representación de miembros, médicos, paramédicos y voluntarios de la Orden de Malta.
Efectivamente, en cuanto las circunstancias lo han permitido, el Lugarteniente ha expresado su deseo de agradecer en persona la labor de todos aquellos que, en estos difíciles meses de pandemia de covid-19, han trabajado sin descanso para ayudar al prójimo en todo el mundo bajo la bandera de la cruz blanca octogonal. En el acto, el Lugarteniente ha estado acompañado por El Gran Canciller Albrecht Boeselager y el Gran Hospitalario Dominique de La Rochefoucauld-Montbel.
«Es imposible enumerar, ha afirmado Frey Ruy Villas Boas, todas las acciones que se han realizado en Italia en estos últimos meses, entre las de los tres Grandes Prioratos y las de sus delegaciones, la Asociación italiana, el cuerpo militar, el cuerpo italiano de ayuda, el Hospital San Juan Bautista, el ambulatorio de Via delle Carrozze y el puesto de primeros auxilios de la Plaza de San Pedro. La lista es demasiado larga, lo cual es ya un dato significativo.»
«En los ojos de los presentes observo la dedicación y el amor con los que miles de miembros y voluntarios de nuestros Grandes Prioratos, Asociaciones nacionales, delegaciones y cuerpos de ayuda de la Orden de Malta en el mundo, han llevado ayuda y asistencia a enfermos, sus familias, ancianos que viven solos, pobres y personas marginadas». El Lugarteniente ha animado a todos a «seguir teniendo el valor de librar esta batalla, conscientes de nuestra fuerza: la fe».
Recordando el reciente fallecimiento, el pasado 29 de abril, de Frey Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto, el Lugarteniente ha manifestado la esperanza de que «el ejemplo del Gran Maestre y su bondad puedan seguir guiando nuestras acciones». Junto a todos los presentes, Frey Ruy Villas Boas, máxima autoridad espiritual de la Orden de Malta, ha elevado una oración en memoria de los cientos de miles de víctimas de la pandemia «que pueda reconfortar a los que hayan perdido a seres queridos y a todos los enfermos que sufren aún las consecuencias».
Al término del encuentro, el Lugarteniente ad interim se ha recogido en oración sobre la tumba del Gran Maestre en la iglesia de Santa Maria del Aventino.
