Hoy se ha celebrado el Jubileo de los Grandes Priores, Regentes y presidentes de las Asociaciones nacionales de la Soberana Orden de Malta, con un momento de profunda espiritualidad y recogimiento. Los líderes internacionales de la Orden han desfilado en procesión a través de la Puerta Santa de Santa María la Mayor, donde después han participado en la misa presidida por el cardenal patrono de la Soberana Orden de Malta, Gianfranco Ghirlanda. Todos los participantes se unieron en oración por la salud del Papa Francisco, en comunión con todos los miembros de la Orden de todo el mundo que actualmente encomiendan al Pontífice a sus súplicas.

Para la ocasión se han reunido en Roma los representantes de las 50 Asociaciones nacionales y de los 10 Prioratos, además de los cuerpos de ayuda y los organismos humanitarios de la Orden.

En la homilía, el cardenal ha reiterado el verdadero significado del jubileo: «Recibir la indulgencia del Año Santo no se reduce al cumplimiento de acciones externas, sino que consiste en la conversión del corazón: alejarse de las cosas vanas que pueden estar presentes en nuestra vida y de la presunción de ser justos, y acercarse a la humildad de un corazón que recibe como don la misericordia de Dios».

Nombrado cardenal patrono de la Orden por el papa Francisco en 2023, el purpurado ha recordado además que «estamos a las puertas de la Cuaresma, preparándonos para la celebración de la Pascua, que sea realmente como un paso, junto a Cristo, hacia una autenticidad de vida cada vez mayor, que sea testimonio en un mundo cada vez más violento porque, cegado por la sed de poder, no cree ni quiere creer».

Al término de la celebración eucarística, el Gran Maestre, el Gran Comendador y el Cardenal Patrono de la Orden de Malta han desfilado en procesión hasta el altar de la reliquia de la Sagrada Cuna, donde se han detenido en oración.

El evento jubilar ha supuesto un momento de reflexión y renovación espiritual para los miembros de la Soberana Orden de Malta, reafirmando su compromiso de servicio a los pobres y los que sufren, de acuerdo con la misión milenaria de la Orden. La Conferencia concluye, por tanto, con un fuerte llamamiento a la fe auténtica y a la caridad activa, valores fundacionales de la Orden.

Photo-credit: Cristian Gennari