El 2017 ha sido un año importante para la Asociación colombiana de la Soberana Orden de Malta: además de celebrar sus 60 años de actividades de asistencia sociosanitaria a enfermos, personas necesitadas, comunidades rurales y ancianos, el año ha concluido con un balance positivo en desarrollo de proyectos y distribución de ayuda humanitaria. Casi 110.000 personas han podido beneficiarse en 2017 de las acciones de la Asociación, que abarcan 22 de los 32 departamentos del país, con un gran volumen de fármacos repartidos a los necesitados.

En los departamentos de Guajira, Cundinamarca, Magdalena Medio, Choco, Bolívar y Atlántico, la Asociación ha proporcionado comidas calientes a aproximadamente 2.270 niños, y medicamentos a personas vulnerables, ancianos, presos sin asistencia médica, discapacitados, enfermos de VIH y poblaciones indígenas.

Desde 1957, cuando se inició la andadura de la Asociación, son decenas los proyectos que se han podido desarrollar, gracias también a los fuertes lazos diplomáticos existentes con las autoridades colombianas ese mismo año, y a los sucesivos acuerdos de cooperación firmados, como el que permite desde 2002 a la Orden importar fármacos libres de aranceles aduaneros. La Orden de Malta ha podido así participar en los importantes programas de ayuda que se lanzaron tras algunas de las más devastadoras tragedias sucedidas en el país, como el terremoto de Popayán de1983, la erupción del volcán Nevado del Ruiz en 1985 y el violento terremoto que golpeó Colombia en 1999. En el año que acaba de concluir, la Orden de Malta ha participado en las operaciones de rescate lanzada tras la avalancha de barro sucedida en el sureste del país, que provocó la muerte de cerca de 320 personas.

Además de las actividades de rescate y emergencia, se desarrollan paralelamente proyectos asistenciales centrados en la población más vulnerable. En la capital, Bogotá, el centro médico Scalabrini ofrece consultas odontológicas y servicios de medicina general a ancianos, mujeres embarazadas y niños, y atiende también a personas sin techo y a refugiados, procedentes sobre todo de la vecina Venezuela. En 2017 atendió aproximadamente 8.000 visitas médicas.