“Seguid ofreciendo asistencia sanitaria y de primeros auxilios a los muchos peregrinos que llegan al Vaticano de todo el mundo”: éste es el deseo del Santo Padre, transmitido durante una misa que ha celebrado hoy para todos aquellos que trabajan en la Plaza de San Pedro al servicio de los peregrinos. En esta misa, celebrada conjuntamente con el prelado de la Orden de Malta monseñor Angelo Acerbi, han participado 30 voluntarios del puesto de primeros auxilios de la Soberana Orden de Malta, el retén médico situado a pocos metros de la Basílica de San Pedro.

El Papa Francisco ha querido así agradecer su labor a los médicos, los enfermeros, los socorristas, los conductores de ambulancias, todos los que regularmente se dedican a prestar asistencia en caso de necesidad. Para expresar su profundo reconocimiento, el Santo Padre ha saludado después personalmente a cada uno de los voluntarios.

Son 92 los voluntarios del puesto de primeros auxilios de la Orden de Malta que, desde hace más de 35 años, prestan su apoyo cotidiano a los peregrinos. Instalado por primera vez con ocasión del Año Santo de 1950 en una tienda situada contra las columnas de la Plaza de San Pedro, desde 1975 el puesto cuenta con una estructura estable en la entrada de Carlomagno, a pocos pasos de la plaza y cerca del aula Pablo VI, utilizada normalmente por el Papa para las audiencias generales de los miércoles.

Abierto 365 días al años de 8 de la mañana a 3 de la tarde (o hasta el final de cada evento), el puesto de primeros auxilios tiene una capacidad de 5 camas. “Un número insuficiente, frente al notable aumento de peregrinos que se registró tras la elección del Papa Francisco” explica Domenico Arduini, coordinador del centro médico.