En el corazón del Aventino, en los jardines de la Villa Magistral de la Soberana y Militar Orden de Malta, se ha instalado un majestuoso león de bronce del artista Davide Rivalta, en un diálogo silencioso entre arte, naturaleza y espiritualidad.
El león, en posición erguida, es visible a través del famoso «ojo de cerradura» de la Piazza dei Cavalieri di Malta, alineado con la cúpula de San Pedro: una visión icónica de Roma que, desde el sábado 28 de junio, se enriquece con un nuevo elemento con su propio significado.
Gracias a la colaboración con la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma y al apoyo de su directora, Renata Cristina Mazzantini, la Orden ha podido obtener en préstamo uno de los famosos leones de bronce de Rivalta, dos de los cuales ya están expuestos bajo el pórtico del Patio de Honor del Quirinal.
Al acercar la vista al «ojo de la cerradura» del gran pórtico decorado por Giovan Battista Piranesi en 1765, ahora se podrá admirar no solo el perfil de la cúpula, sino también, a sus pies, la figura vigilante de un león: una presencia solemne y discreta que quiere ser un homenaje silencioso y reverente a Su Santidad el Papa «qui sibi nomen imposuit Leonem Decimum Quartum».
«El león habla sin rugir», ha declarado Frey John T. Dunlap, Gran Maestre de la Soberana Orden de Malta. «Y con su noble inmovilidad nos recuerda la fuerza silenciosa que protege, sirve y contempla: una fuerza que está en el corazón de nuestra misión».
El proyecto de exposición ha sido impulsado por el Gran Maestre y realizado por la Embajada de la Soberana Orden ante la Santa Sede.
Nota biográfica:
Davide Rivalta (Bolonia, 1974) es un escultor italiano conocido por sus representaciones monumentales de animales, realizadas principalmente en bronce, aluminio y fibra de vidrio. Sus obras representan leones, gorilas, lobos, búfalos y otros animales en actitudes solemnes y silenciosas, suspendidos entre el realismo y la presencia simbólica. Sus criaturas ocupan espacios públicos e institucionales —patios, plazas, jardines— sin retórica, pero con intensidad expresiva y una profunda elegancia.
