Hoy en Lomagna, provincia de Lecco, en la iglesia de San Pietro e Paolo, se han celebrado los funerales del Bailío Frey Roggero Caccia Dominioni, Gran Prior emérito, fallecido el pasado lunes a la edad de cien años. Nacido en Milán el 17 de marzo de 1921, Roggero Caccia Dominioni fue uno de los primeros caballeros en hacer la promesa de obediencia en 1971, y posteriormente tomó los votos solemnes en 1990. Fue delegado de Lombardía de 1990 a 1999, y posteriormente Gran Prior de Lombardía y Venecia de 1999 a 2013.

En la ceremonia fúnebre han estado presentes el Lugarteniente del Gran Maestre, Frey Marco Luzzago, algunos miembros profesos y la dirección del Gran Priorato de Lombardía y Venecia.

La ceremonia ha sido oficiada por Frey Giovanni Scarabelli, capellán profeso. «Frey Roggero nos deja el testimonio de una fe arraigada, alimentada por un profundo sentimiento de caridad», ha afirmado en su homilía, recordando la dramática experiencia que marcó la vida del joven Frey Roggero, que durante la Segunda Guerra Mundial participó en la campaña italiana en Rusia, en la que fallecieron decenas de miles de jóvenes soldados italianos. «Esta experiencia le empujó aún más en el camino de la fe, desarrollando con el siervo de Dios Marcello Candia importantes actividades asistenciales. Una de las iniciativas más significativas fue el leprosario abierto en Picos, un municipio brasileño del Estado de Pia, una de las zonas más desfavorecidas del país. Un ejemplo para todos los miembros de la Orden: «Transformó su vida en contemplación interior», ha señalado Frey Giovanni Scarabelli.

En una de sus últimas declaraciones el pasado mes de marzo, con motivo de su centésimo cumpleaños, Frey Roggero recordó su devoción por la Orden de Malta. «Por edad tengo la casa del Padre como umbral: la Divina Providencia decidirá cuándo. Pero por la voluntad y la conciencia de la misión que he asumido como Caballero de la Orden de Malta, aunque de momento sólo milite rezando, me comprometo a buscar que el mundo y la Orden mejoren y sirvan cada vez más a la fe y a los pobres».