Soberana y Militar Orden
Hospitalaria de San Juan de
Jerusalén de Rodas y de Malta

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Mensaje del Gran Maestre a los miembros de la Orden

Mensaje del Gran Maestre a los miembros de la Orden
14/12/2004

Deseo a todos los miembros de la Orden, a los voluntarios y a nuestros benefactores, una feliz Navidad y un 2005 lleno de paz.

Este Año, como es costumbre, hemos llevado a cabo nuestras tres peregrinaciones a Lourdes, Asís y Loreto. Además, en marzo, treinta de nosotros estuvieron en Cetinje, en Montenegro para venerar el icono original de la Virgen del Filermo, conservada en el Museo Nacional, y las reliquias de la mano derecha de San Juan y un fragmento de la Cruz, que se conservan a poca distancia en un Monasterio Ortodoxo.

Celebrándose el Año Santo en Santiago de Compostela, acudí allí en peregrinación frcon un grupo de 250 personas.

La Orden prestó auxilio en Sudán a petición especial de Su Santidad el Papa. Desde la mitad del mes de junio han sido enviadas tres toneladas de bienes de primera necesidad al sur de Darfur, para proporcionar asistencia médica de base durante tres meses a más de 20.000 personas. Sucesivamente fueron enviadas otras 35 toneladas de nutrición terapéutica, cuatro unidades médicas de emergencia, artículos no alimentarios, 2.000 lonas impermeables, 3.100 mantas, 5.275 bidones de agua y ollas para hervir agua alimentados por queroseno, además de un donativo de 250.000 euros.

Nuestro personal ha seguido llevando a cabo actividades hospitalarias en Irak y Afganistán. En este último país dos voluntarios locales fueron asesinados cuando estaban de servicio.

Como sabéis, en octubre se inició el Año Eucarístico, una oportunidad para renovar nuestra devoción hacia Dios en la Eucaristía, y promover una mayor veneración al Santísimo Sacramento que tristemente, en muchas partes del mundo, no es tan ferviente como en el pasado, aunque estoy seguro que nuestros miembros continúan manifestando el devoto respeto que fue siempre concedido a Nuestro Señor en el Tabernáculo.

Con mis mejores deseos de una Navidad serena, y de un feliz año lleno de paz.

Frey Andrew Bertie