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Miles de mensajes de pésame de voluntarios, beneficiarios, jefes de Estado y de gobierno, por el fallecimiento del Gran Maestre

Miles de mensajes de pésame de voluntarios, beneficiarios, jefes de Estado y de gobierno, por el fallecimiento del Gran Maestre
04/05/2020

Miles de mensajes de pésame y muestras de tristeza y gratitud han llegado al Gran Magisterio desde las primeras horas después del fallecimiento del Gran Maestre, Frey Giacomo Dalla Torre, sucedido el pasado 29 de abril en Roma.

Voluntarios de los cuerpos de ayuda, beneficiarios, jefes de Estado y de gobierno, médicos, miembros y capellanes de la Orden de Malta: todos unidos frente al dolor por la pérdida de «un diligente hombre de cultura y de fe», como lo ha recordado el Papa Francisco, y de un «fiel testimonio de los ideales evangélicos de caridad y de cercanía real con los más necesitados», en palabras del presidente italiano, Sergio Mattarella.

«Querría darles a todos un abrazo virtual para compartir con ustedes la pérdida del Gran Maestre, hombre que tuve la gran suerte de conocer durante mi recuperación», escribe una joven paciente afectada por una grave enfermedad en el Hospital San Juan Bautista de Roma. «Volviendo a la sala después de una celebración, vi que me conducían delante de un gran caballero con una gabardina verde… un rostro sereno con el pelo blanco, con su bigote blanco… ¡era él! El Gran Maestre… me llevó afectuosamente hasta el ascensor y hasta el primer piso del hospital de los Caballeros de Malta. Gracias, Gran Maestre».

«Recuerdo con gratitud el intenso encuentro personal que tuve con Frey Giacomo en el transcurso de su reciente visita a Alemania», escribe en su mensaje de condolencias el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier. «Sus ideas han contribuido, con una nueva mirada, a la reflexión sobre el papel de las mujeres en la Orden, y sobre importantes cuestiones de la liturgia». También el presidente austriaco, Alexander van der Bellen, recuerda «con gran placer el encuentro y el interesante diálogo con el Gran Maestre», que tuvo lugar en 2017 en el Palacio Magistral. Son innumerables los jefes de Estado y de gobierno que han querido trasladar su tristeza, desde el rey Felipe VI de España o los reyes de Bélgica, hasta los presidentes de las Repúblicas bálticas, de Bulgaria, República Checa, Eslovaquia y Hungría, o el presidente ruso Vladimir Putin. También han llegado numerosos mensajes de estima, afecto y reconocimiento desde Oriente Medio, desde muchos países africanos donde opera la Orden, desde América, Asia y Oceanía.

«Su amabilidad, su bondad, más que cualquier otra cosa, era lo que le distinguía», recuerda, emocionado, un estrecho colaborador suyo en el Gran Magisterio. «Un hombre con una rara sensibilidad y humanidad, que tenía como prioridad el ayudar a los menos afortunados. Recordaremos para siempre su dulzura frente a los más necesitados, el que siempre estaba pensando en ellos y en quienes les ayudaban. Ha sido un honor conocerle y un privilegio haber compartido con él a menudo el voluntariado. Buen viaje, Frey Giacomo, que la tierra te sea leve»: este ha sido el último saludo de algunos voluntarios del cuerpo de ayuda italiano, con los que el Gran Maestre compartía a menudo su misión de Tuitio Fidei et Obsequium Pauperum.

«A todos nos ha conmovido su amabilidad, su humildad y su calor humano», escribe André A. Morin, en nombre de la Asociación Internacional de Bioéticos Católicos. «Su sonrisa y su fraternal apretón de manos me dieron una serenidad y un valor que conservaré en mi vida como una valiosa herencia», recuerda en su mensaje monseñor Tommaso Stenico, capellán magistral de la Orden de Malta. «Con gran respeto y gratitud, presentamos nuestro último adiós sobre todo a un gran amigo, durante largos años», escribe Hans-Christoph Hohenbuehel, de la delegación de Bolzano-Alto Adigio. A estas palabras se añaden las numerosísimas muestras de apreciación y de afecto de todos los procuradores y presidentes de las Asociaciones en nombre de los miembros de la Orden en los cinco continentes, además de los innumerables mensajes que han inundado las distintas redes sociales.

«¡Que las lágrimas que humedecen hoy nuestros rostros», ha apelado don Andrea Coldani, capellán magistral, «se transformen en oración por el discurrir de nuestra Orden y en acciones para continuar, con una dedicación creciente, nuestro servicio en nombre de la fe y la caridad!»