Siete semanas después del gran terremoto de Haití, la situación de los afectados sigue siendo tensa, especialmente en la región de Nippes. «Muchas carreteras siguen siendo intransitables, las instalaciones sanitarias están sobrecargadas y el suministro de agua es insuficiente en algunas partes del país. Tras una rápida respuesta de emergencia, ahora hemos ampliado nuestro apoyo para dar a los habitantes la oportunidad de construir una nueva vida en su país», afirma Jelena Kaifenheim, responsable regional de Malteser-International-es para Latinoamérica y el Caribe. La organización de ayuda internacional de la Orden de Malta ha sido una de las primeras organizaciones de ayuda en prestar apoyo a las poblaciones afectadas.
Malteser-International-es reconstruirá cinco escuelas y tres centros de salud, reparará el suministro de agua y distribuirá ayuda en efectivo a las personas más vulnerables, gracias al apoyo del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania.
Incluso antes del grave terremoto de agosto, casi uno de cada dos habitantes de Haití dependía de la ayuda humanitaria debido a la crisis alimentaria. En los últimos años, la inestabilidad política, las catástrofes naturales, la delincuencia organizada y los efectos de la pandemia han empujado a más y más personas a la pobreza.
Desde la reconstrucción tras el terremoto de 2010, Malteser-International-es ha estado activo en Haití, principalmente en el departamento de Nippes, y ha puesto en marcha proyectos de seguridad alimentaria a largo plazo, además de la actual ayuda de emergencia.
