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Mensaje de Navidad del Lugarteniente del Gran Maestre Frey Marco Luzzago

Mensaje de Navidad del Lugarteniente del Gran Maestre Frey Marco Luzzago
23/12/2021

Estimados Hermanos y Hermanas, estimados voluntarios y simpatizantes de la Orden de Malta en todo el mundo,

El año que hemos vivido nos ha planteado muchos retos. La pandemia que nos atenaza desde hace casi dos años, con sus implicaciones sociales, económicas, psicológicas y obviamente sanitarias, sigue afectándonos a todos. El desánimo y el cansancio se imponen a veces, es innegable. A todos nos gustaría volver a nuestra vida cotidiana, abrazar a nuestros seres queridos, retomar nuestras costumbres sin miedo. Y, sin embargo, aún hoy vivimos con restricciones que provocan malestar y tensiones sociales.

Algunos han perdido a un familiar o a un amigo, otros han perdido su trabajo, otros se han enfrentado a la enfermedad y siguen sufriendo sus consecuencias meses después, otros no han visto a sus familiares desde hace años, otros han tenido que dar un giro a su vida para cuidar de un familiar enfermo. Cada uno de nosotros se ha visto afectado por esta pandemia. Pero la historia de la humanidad también nos enseña que las pandemias forman parte de nuestro mundo y siempre han caracterizado ciertos periodos históricos: desde la peste, en el siglo XIV, hasta la gripe española a principios del XX.

La ciencia, combinada con nuestra conciencia y sentido de la responsabilidad, nos ayuda a afrontar el presente y nos ayudará a superar este enorme reto. La alianza mundial de la comunidad científica ha permitido resultados inimaginables y nos permite ver la luz al final del túnel.

Aunque todavía hay muchas incógnitas y los datos epidemiológicos nos obligan a seguir respetando con rigor y prudencia todas las medidas preventivas, el progreso de la vacunación nos permite esperar que la violencia del virus sea cada vez menor. Esto sólo ocurrirá si somos capaces de ayudar a los países menos ricos proporcionándoles vacunas y apoyándoles en sus esfuerzos de vacunación.
La Navidad me da la oportunidad de dar las gracias sinceramente a todos, miembros, voluntarios y todo el personal de la Orden de Malta, que durante el año han demostrado una vez más su compromiso y dedicación ante situaciones complejas y a veces dramáticas.

Los esfuerzos realizados para llevar asistencia y ayuda a las personas necesitadas en todos los rincones del mundo es encomiable. Admiro la profesionalidad y la capacidad organizativa de los proyectos sociosanitarios llevados a cabo por las numerosas entidades de la Orden. Y me conmueve profundamente la humanidad que veo en los ojos de quienes, siguiendo plenamente el espíritu de la Orden, tienden la mano al prójimo.

El mundo está cambiando rápidamente, pero puedo decir con orgullo que los valores y principios en los que se basa la labor de la Orden de Malta permanecen intactos y firmes.

La Navidad nos ofrece la oportunidad de recordar el testimonio de Cristo y nos incita a despertar nuestros corazones, llamándonos a cada uno de nosotros a ser hombres y mujeres de paz y justicia. En este difícil período, en la Orden de Malta no perdemos de vista las muchas otras lacras que afligen a la humanidad, desde la pobreza hasta la exclusión social pasando por las enfermedades olvidadas, y renovamos nuestro compromiso de atender a los necesitados.

Les deseo a todos una Navidad en paz, con la esperanza de que 2022 sea realmente el año del renacimiento.